LAS MOSCAS SON MOLESTAS PARA EL GANADO, PROVOCAN ESTRÉS, INMUNODREPESIÓN Y TRANSMITEN ENFERMEDADES

Las moscas son insectos que incluyen gran variedad de especies y ciclos biológicos. Están presentes tanto en las instalaciones de producción animal intensiva, como en lugares alejados de estas, por ejemplo allí donde el ganado pasta, lo que conlleva a estrategias de control diferentes.

La presencia de moscas, puede provocar estrés en el ganado e inmunodepresión. También pueden ser vectores para la transmisión de enfermedades entre las que se encuentran enfermedades víricas como  la poliomielitis o tracoma, enfermedades bacterianas como salmonelosis o shigelliosis y enfermedades parasitarias como infectación por helmintos o protozoos. La transmisión de estas enfermedades pueden producirse por picadura, por simple contacto o por deyecciones o regurgitaciones de las moscas a los animales.

En algunos casos, son las propias moscas en su estado larvario las que producen la enfermedad. Esto es lo que ocurre por ejemplo con las miasis.

IMPORTANCIA DEL CONTROL DE LAS MOSCAS

Las heces del ganado y de las aves de corral, mezcladas con la paja de las camas u otros materiales usados en las instalaciones de producción animal intensiva, resultan un medio de cría excelente para muchas especies de moscas, entre ellas las moscas domésticas.

Puesto que las moscas son muy prolíficas, de no existir en las granjas ningún tipo de control sobre ellas, llegarían a alcanzar niveles intolerables tanto para los animales, los trabajadores o incluso para zonas habitadas cercanas.

Las moscas, en especial los múscidos, molestan al ganado especialmente durante el verano. La irritación y el estrés resultante hacen que los animales deban utilizar grandes dosis de su energía para defenderse de ellas, lo que afecta a los datos productivos. En el caso de especies que producen picadura, como el caso de Stomoxys calcitrans, sus secreciones salivales causan reacciones tóxicas con efecto inmunodepresor, y hacen que el huésped sea más susceptible a enfermedades.

DISPERSIÓN DE LA RESISTENCIA ANTIBIÓTICA

Hace más de 10 años, se demostró que las moscas domésticas son vectores potenciales de bacterias patógenas multirresistentes a antibióticos en el ambiente hospitalario, incluyendo la bacteria resistente a la meticilina Staphylococcus aureus, la cual es responsable de varias infecciones difíciles de tratar en humanos.

El traspaso de la resistencia antibiótica desde el ámbito ganadero hasta los centros urbanos, en parte puede deberse, por todo lo comentado anteriormente y sumado a sus hábitos migratorios a nivel local a las moscas, las cuales actúan como agente dispersor.

Un estudio realizado en 2009 en granjas avícolas, confirmó esta realidad. Las moscas participan en la propagación de las resistencias.

RESISTENCIA A LOS INSECTICIDAS Y CONTROL DE LA POBLACIÓN DE MOSCAS

Las moscas están entre las plagas más difíciles de controlar, y la aparición de resistencias a los insecticidas no ayuda en esta labor. Aunque se sabe que no es posible su erradicación, una meta razonable sería poder controlar sus poblaciones en un nivel tolerable. La mejor manera de conseguirlo es el uso de varios métodos de control de manera simultánea, en un programa integrado.

Deben usarse de manera simultánea larvicidas y adulticidas. Los primeros evitarán que las larvas maduren y se conviertan en adultos y los segundos actuarán directamente sobre la mosca adulta. Existen en el mercado fórmulas con sustancias químicas de distintas familias, que incluso combinan ambos efectos. La mayoría de estas sustancias actúan a nivel neuromuscular o a nivel hormonal sobre el control del crecimiento y desarrollo.

Igualmente deben instaurarse protocolos rotatorios de productos para evitar o retrasar la aparición de resistencias a éstos pesticidas. Ésto es importante para no generar resistencias directas ni cruzadas. Es conveniente rotar productos piretroides con organofosforados, espinosinas y neonicotinoides, y con otros nuevos que puedan aparecer.

Lo ideal sería llevar un control de eficacia de los tratamiento realizados. Si se ve que tras un tratamiento la reducción no es sustancial, es que algo no está funcionando. Una de las causas podría ser que las moscas fueran ya resistentes a ese insecticida o que el tratamiento no se haya seguido correctamente. En cada caso habría que analizar las causas y ajustar el método de control integrado de forma inmediata.

En MIPROMA, comercializamos el adulticida AGITA®10WG, de Elanco. Éste insecticida, se aplica sobre superficies no absorbentes, por pulverización o aplicación con brocha en los lugares donde se congregan las moscas.

Su composición contiene la mezcla de varias sustancias activas. El tiametoxam, un insecticida de la
familia de los neonicotinoides de rápida acción y amplio espectro de actividad. También es activo frente a Alphitobius diaperinus en las explotaciones avícolas. El (Z)-9-Tricoseno, una feromona sexual que atrae a los machos de las moscas domésticas. Persistencia: 6 – 8 semanas.

Para cualquier duda, consulte a nuestro equipo comercial.

 

Fuente artículo: https://albeitar.portalveterinaria.com

 

 

 

 

 

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