CLAVES PARA EVITAR ENFERMEDADES RESPIRATORIAS EN INVIERNO

Las enfermedades respiratorias en los broilers pueden ocurrir en cualquier época del año, pero son especialmente problemáticas en los meses de invierno, cuando las condiciones ambientales y del aire pueden verse comprometidas cuando los criadores intentan mantener los costes bajo control.

Mantener una buena calidad del aire es esencial y está relacionada con las técnicas de ventilación.

En naves con mala ventilación, puede producirse un aumento en la concentración de los niveles de amoniaco y un mayor porcentaje de humedad en las camas, que pueden asociarse a una mayor predisposición de las aves ante enfermedades respiratorias.

Los niveles altos de amoniaco, dañan los cilios, estructuras en forma de cepillo responsables de eliminar los restos de la tráquea. Estos daños, pueden provocar que las aves sean más sensibles a infecciones virales como la bronquitis infecciosa IB, la laringotraqueitis infecciosa ILT o la enfermedad de Newcastle ND. Estos patógenos, también pueden provocar ciliostais, que pueden dar como resultado signos de letargo en pollos, depresión o tos y estornudos.

La mala calidad de la cama, debida a una ventilación deficiente, favorece el crecimiento bacteriano.

Por ello es común, que aves con infección respiratoria por virus, padezcan infecciones secundarias causadas por bacterias, frecuentemente Escherichia coli, que puede ocasionar poliserosis grave, septicemia e incluso la muerte.

En los meses más fríos, cuando mantener las condiciones ambientales en las granjas se convierte a un reto, enfermedades respiratorias subyacentes pueden aumentar los decomisos por aerosaculits, afectando directamente a la eficiencia de plantas de procesados.

NAVES MÁS GRANDES Y EQUIPOS MÁS VIEJOS

El tamaño de las naves influye directamente en la ventilación. Hoy día se construyen naves de mayores dimensiones, en un esfuerzo de los productores de criar mayor número de aves de forma más eficiente.

Sin embargo, los métodos tradicionales  utilizados para ventilar naves más pequeñas, pueden no garantizar una buena calidad y renovación del aire en naves más grandes.

Hay que prestar especial cuidado en naves alargadas, para que cuenten con equipos adecuados para mover e intercambiar el aire de manera adecuada. El aire tiene que circular más lejos y si el flujo es desigual las aves de un extremo pueden tener aire fresco, mientras que las aves del otro extremo no.

Otro problema son los equipos mal mantenidos, que pueden tener dificultades para calentar y ventilar la nave. Ventiladores viejos y sin mantenimiento pueden funcionar pero no garantizar que el volumen de aire movido por minuto sea el mismo que cuando fueron instalados.

El flujo de aire puede monitorizarse fácilmente, usando un medidor de flujo de aire.

EL CONTROL VISUAL A PRUEBA DE FALLOS

Los sistemas computerizados y automatizados con programas preestablecidos son prácticos y pueden funcionar bien utilizados de forma adecuada. Éstos equipos, facilitan a los productores, monitorizar las condiciones de la nave sin ni siquiera entrar en ellas. Sin embrago, nunca hay que presuponer que la aves se sienten cómodas, sólo porque el ordenador indique que todo está funcionando sin problemas.

No existe una configuración única, y las condiciones óptimas de las aves para que estén cómodas y sanas, pueden variar de una manada a otra.

Es importante observar a las aves regularmente. El control visual es una forma a prueba de fallos para confirmar que las condiciones, incluida ventilación y estado de las camas, son adecuadas.

CONTROL DEL AMONIACO

Para los productores, que pasan mucho tiempo en gallineros, un nivel alto de amoníaco puede pasarles desapercibido, porque se vuelven insensibles al olor y pueden no darse cuenta de que existen niveles demasiado altos para la salud de las aves.

Es fundamental mantener niveles por debajo de 25 ppm para evitar una pérdida de rendimiento, tanto por aumento de enfermedades en las aves, como para proteger la seguridad de los trabajadores.

Los niveles de amoniaco, deben monitorizarse de manera rutinaria durante toda la vida de la manada y si son demasiado altos debe ajustarse la ventilación para reducir su concentración.

PROGRAMA VACUNAL

Un programa vacunal adaptado para proteger contra enfermedades respiratorias es fundamental y debe ser individualizado, teniendo en cuenta los riesgos de cada granja y el área geográfica. 

El virus de la bronquitis infecciosa VIB por ejemplo es siempre una preocupación para las manadas de pollos. Juanto con IBV, otros virus patógenos respiratorios como ILT y la ND pueden resultar problemáticos según la región y época del año. la vacunación de E.coli también resulta interesante para evitar decomisos. Diferentes estudios reconocen una marcada reducción de la mortalidad relacionada con E.coli en ponedoras, y broilers.

En resumen, la vacunación junto con la gestión medioambiental resulta fundamental para mantener la salud de las aves.

La ventilación puede resultar un reto en los meses de frío, además del coste que conlleva, pero no tener una ventilación adecuada predispone a enfermedades respiratorias a nuestras aves y origina altos niveles de morbilidad y decomisos.

http://seleccionesavicolas.com/avicultura/2018/01/el-manejo-del-gallinero-clave-para-evitar-enfermedades-respiratorias-en-invierno

 

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